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"Me llevan al Morro Solar" Cristo Redentor |
En desmedro de la arquitectura pública, de la imagen de Lima, de la laicidad de los peruanos, de la creatividad, del buen gusto, de la democracia y de la originalidad emana la decisión de despedida presidencial con aquel Cristo del Pacífico que pretende instalar este
29 de junio en el
Morro Solar de Chorrillos. ¿Era necesario que se instaure semejante Mesías?
Es sabido que nuestro mandatario no hace gala de responsabilidades consultativas. Por ejemplo
lo acontecido en la amazonía el 2009 y de las constantes
concesiones mineras y de territorio peruano durante su saliente gobierno. Es más, éstas potestades se transforman en la libertad para realizar su "
sueño personal" de construir una
“figura que bendiga al Perú” sin tomar en cuenta la opinión de los expertos.
Así mismo, doy en cuenta que hubiera sido plausible la decisión de invertir en realizar una escultura que sea concepción original, que dé identidad a la ciudad limeña, como ocurrió en Corcovado, residencia del
Cristo Redentor, pues en aquel caso la fórmula funcionó perfectamente tanto así que llegó a ser nombrada una de las
7 maravillas del mundo. Aquella vez, por ejemplo, se contrataron ingenieros civiles, artistas plásticos y escultores, entre ellos el francés Paul Landowsky, que crearon un excelente monumento para la época. Pero, lamentablemente, nuestro presidente le da más importancia a su requerimiento personal.
Finalmente, invito no solamente a la reflexión, sino mas bien a formar parte de un movimiento de respuesta contra los
crímenes arquitectónicos, que se llevan a cabo constantemente en nuestra capital (una excelente iniciativa es el
manifiesto que lanzamos en la agrupación VentanAbierta). Es inevitable recordar las mutaciones de estilo arquitectónico
brutalista a brutalidad absoluta y del
"color de la cultura peruana" del presidente, que sucedieron gracias a la inactividad y tolerancia de nuestra sociedad de estudiantes y arquitectos. Queda, solamente, entender que tenemos una labor por cumplir como ciudadanos. La gran pregunta es: ¿Lo haremos?
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García inspeccionando la escultura financiada con plata de "sus ahorros" Foto: Sepres |